¿Cuáles son las consideraciones perioperatorias específicas para el manejo de pacientes con mpox (viruela símica) en el contexto anestésico?
“La comunicación es la diferencia entre el éxito y la tragedia"
Más de 100 personas, entre socios y acompañantes, asistieron a una charla de Enrique Piñeyro en la AAARBA. El reconocido piloto comparó la anestesia con la aviación en términos de seguridad y prevención de errores, destacando la importancia del trabajo en equipo, la comunicación efectiva y la toma de decisiones rápidas bajo presión.
Notas01/10/2024 Lic. María Eugenia PiaggioEl auditorio de la Asociación de Anestesia, Analgesia y Reanimación de Buenos Aires recibió la tarde del martes 17 de septiembre a un invitado muy especial: Enrique Piñeyro, piloto, médico, director, actor, cocinero y conferencista multifacético, quien ofreció una charla ante un centenar de personas . El evento comenzó con un ágape a las 17:30 horas y se inició formalmente a las 18:15 con una temática que inmediatamente capturó la atención de todos los presentes: los paralelismos entre la anestesiología y la aviación.
Durante casi dos horas, Piñeyro trazó puntos en común entre estos dos campos muy similares en lo que respecta a la seguridad y la prevención de errores, destacando las exigencias comunes como el trabajo en equipo, la comunicación efectiva y la capacidad de tomar decisiones rápidas bajo presión.
Con el apoyo de videos y su particular sentido del humor, a veces irónico, presentó una conferencia muy interesante que reflejó su interés por mejorar la sociedad, demostrando que su compromiso con la seguridad trasciende la aviación.
Un paralelismo entre la aviación y la anestesia
Uno de los puntos más interesantes de la charla fue cómo Piñeyro comparó la labor diaria de los anestesiólogos con el trabajo de un piloto de avión. Para ambos, los errores mínimos pueden tener consecuencias irreversibles. "En la aviación, el error humano es inevitable. Lo que debemos hacer es minimizar su impacto, crear barreras para que, cuando ocurra, no tenga consecuencias fatales. Lo mismo pasa en la anestesiología", explicó el disertante, generando consenso entre los profesionales presentes.
Aprender de los errores
A lo largo de su exposición, Piñeyro citó varios accidentes de aviación emblemáticos para ilustrar los errores humanos y las fallas sistémicas en la seguridad aérea:
Tenerife
El accidente más grande de la aviación ocurrió en Tenerife en 1977. Ese día, tras un desvío por un atentado, dos aviones jumbo de Pan Am y KLM colisionaron debido a una combinación de mala visibilidad, decisiones apresuradas del capitán y la falta de intervención asertiva del copiloto, quien intentó detener el despegue sin éxito.
Este accidente marcó un punto de inflexión en la aviación. La industria implementó el manejo de recursos de la tripulación (CRM), que promueve un liderazgo efectivo y una comunicación asertiva entre los miembros de la tripulación. Antes, los copilotos eran más pasivos frente a los capitanes; ahora se fomenta que intervengan ante cualquier error percibido.
El caso de Tenerife demostró que nadie puede mantener un rendimiento perfecto en todo momento, por eso el copiloto desempeña un rol clave para garantizar la seguridad.
Si tan sólo hubieran mirado por la ventanilla…
Un vuelo de British Midland que viajaba de Londres a Belfast, a una altitud de 28500 pies, experimentó un grave problema cuando el motor izquierdo comenzó a fallar. Se reportó humo, chispas y fuego.
En este caso, los pilotos debían apagar el motor que se había incendiado y continuar con el otro en funcionamiento. Los comandantes ejecutaron las acciones correctas rápidamente. Sin embargo, tomaron una decisión desafortunada al decidir apagar el motor derecho en lugar del izquierdo, que era el que estaba en llamas.
En medio de esa situación, los comandantes de la línea aérea anunciaron que iban a aterrizar en el Aeropuerto de East Midlands. Ningún comisario de abordo ingresó a la cabina para cuestionarlos, a pesar de que ellos podrían haber visto a través de las ventanillas lo que sucedía.
Finalmente, al acercarse a la pista, el avión se partió en dos y el impacto se cobró la vida de la mitad de los pasajeros.
Accidente del vuelo 3142 de LAPA (1999)
Un Boeing 737 de LAPA se estrelló al no despegar por falta de configuración de los flaps. El error humano y la falta de controles adecuados desembocaron en una tragedia.
Vuelo 401 de Eastern Airlines (1972)
La nave se estrelló en los Everglades cuando la tripulación se distrajo por una luz defectuosa y no se percató de la pérdida de altitud. Piñeyro subrayó cómo la atención desviada en tareas secundarias puede generar errores fatales.
La prevención de errores y la cultura de seguridad
Otro aspecto clave de la charla fue la importancia de la prevención de errores. Piñeyro destacó que, inicialmente, en la aviación se enfocaron en investigar accidentes con el objetivo de evitar que se repitieran. Sin embargo, con el tiempo se dieron cuenta que esa metodología “era como llegar tarde a un lugar al que nunca deberías haber llegado”. Esto los llevó a cambiar su enfoque hacia los incidentes, situaciones que no terminaron en tragedia pero que tenían el potencial de serlo. Esta mirada más proactiva permitió identificar patrones y factores de riesgo antes de que se convirtieran en problemas, “pero se dieron cuenta de que esto era exactamente lo mismo que investigar un accidente, solo que, en vez de pasar a dos metros por debajo del Aconcagua, el avión pasó a dos metros por encima y se salvó. Pero técnicamente, el accidente estaba ahí”. A partir de eso, los aeronáuticos dieron un paso más: analizar las operaciones normales para detectar errores cotidianos y prevenir cualquier posibilidad de accidente futuro. “Investigamos la operación normal. A través del análisis de las grabadoras de datos de vuelo (flight data recorders), los vuelos se parametrizan para identificar patrones. Este análisis permite detectar errores pequeños pero recurrentes, entendiendo que los errores son parte de la conducta humana y anticipándose a futuros incidentes”, dijo Piñeyro y agregó “Lo que quiero mostrar son accidentes que ya no ocurren porque hemos aprendido a aprender”.
El público lo escuchó atentamente, consciente de la responsabilidad que implica su profesión y de cómo el más mínimo error puede tener repercusiones graves en la salud de un paciente.
Piñeyro también sugirió que se deben fomentar culturas laborales donde el error no sea penalizado, sino tomado como una oportunidad de aprendizaje. "Los accidentes no son culpa de individuos, sino de sistemas que fallan". En su experiencia, castigar errores lleva a ocultarlos, lo que a largo plazo pone en peligro tanto a los profesionales como a los pacientes. “Necesitamos un entorno de confianza donde podamos aprender de nuestras fallas”, afirmó.
La importancia del trabajo en equipo y la comunicación efectiva
Uno de los ítems más destacados por Piñeyro fue la importancia del trabajo en equipo y la comunicación clara. "En aviación, el éxito depende de la colaboración de todos los miembros de la tripulación. En un quirófano pasa exactamente lo mismo. La comunicación precisa puede salvar vidas", recalcó. Para ilustrar este punto, Piñeyro recordó el caso de Tenerife donde la falta de comunicación llevó a un accidente evitable.
A lo largo de la charla, el orador enfatizó el valor del liderazgo en ambos campos, sugiriendo que tanto los comandantes aéreos como los anestesiólogos deben ser líderes dentro de sus equipos, facilitando una comunicación fluida y asertiva para enfrentar las situaciones más críticas.
La gestión del estrés y la toma de decisiones bajo presión
Finalmente, Piñeyro abordó el desafío de la gestión del estrés, otra similitud entre las dos disciplinas. “En un vuelo, uno está a kilómetros del problema. Ustedes están a centímetros. Eso implica una capacidad de respuesta inmediata, que solo se puede lograr manejando el estrés”, subrayó.
Para manejarlo de manera efectiva, Piñeyro opinó que tanto los pilotos como los anestesiólogos se deben entrenar de manera constante, no solo en habilidades técnicas sino también en aquellas que no lo son, como la gestión emocional y la toma de decisiones en situaciones de alta presión.
Reflexiones finales
El evento concluyó alrededor de las 20 horas, dejando a los asistentes reflexionando sobre los paralelismos entre profesiones y los distintos sentimientos que surgieron durante la charla. Durante su disertación, Enrique Piñeyro alentó a los anestesiólogos a reflexionar sobre su papel crucial en la seguridad del paciente y los motivó a adoptar estrategias de prevención de errores y manejo del estrés. En ese sentido, hizo un fuerte elogio a la AAARBA y al Centro de Investigación y Formación en Anestesiología por el entrenamiento en simulación y validación de destrezas que ofrecen a los socios.
“¿Hay algo de la anestesiología que pienses que pueda llevarse a la aviación?”, le preguntamos al terminar la charla y él respondió: “Creo que trabajan en una zona de riesgo más cercana al arco amarillo o arco rojo que nosotros. En la aviación estamos a 10 kilómetros del problema, entonces los elementos que manipulamos son un poco más previsibles que los cuerpos humanos. Me parece que esa ductilidad de estar en un escenario tan cambiante es algo que nosotros solo practicamos en el simulador. Por otro lado, es la realidad de cada profesión. Da mucha flexibilidad y adaptación estar en una zona más cercana al arco rojo”.
Al cierre, algunos asistentes expresaron sus opiniones sobre la exposición. El Dr. Fabio Agüero, uno de los socios de la AAARBA, comentó: "Me pareció muy interesante cómo Piñeyro logró homologar lo que hacemos en el quirófano con la actividad aeronáutica. El progreso con simuladores es crucial para replicar situaciones reales en un ambiente seguro". Por su parte, la Dra. Elisa Artese, anestesióloga retirada, también se mostró entusiasmada: "La idea de cambiar la forma en que se abordan los errores es algo que debemos aplicar".
Desde la Secretaría de Actas y Comunicaciones, organizadora del evento, la Dra. Marina Moreira se mostró satisfecha con la convocatoria y el impacto que tuvo la charla en los especialistas presentes, quienes salieron del auditorio con una nueva perspectiva sobre la seguridad y la gestión del riesgo en su profesión.
Los asistentes se sintieron gratamente sorprendidos por la presentación, que, además de haber sido muy entretenida, ofreció reflexiones valiosas para compartir con familiares y amigos.
No te pierdas la oportunidad de ver el video de la conferencia a través del canal de YouTube de la Asociación.
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