
Anécdota compartida por el Dr. Francisco Carlos Bonofiglio
El Dr. Claudio Treitel, quien sirvió como médico del ejército en la Franja de Gaza en 2003, nos transmite la información que conoce sobre el actual panorama médico en la región, luego de la invasión y secuestro de rehenes el 7 de octubre de 2023.
Notas22/01/2024 María Eugenia PiaggioEl motor fundamental que sostiene a los médicos y paramédicos en un entorno de conflicto, donde hay un riesgo constante, es proteger y salvar vidas. El Dr. Claudio Treitel relata que durante su destacamento, el ejército se encargaba de proteger a los colonos asentados en los límites entre Gaza e Israel. Allí se llevaba una vida aparentemente normal, la cual cambió radicalmente el día que Israel debilitó la zona y los terroristas aprovecharon para ingresar y secuestrar a 250 personas.
Dr. Treitel, en 2003 usted trabajó como médico del ejército israelí en la Franja de Gaza. ¿Puede describirnos la situación de ese momento?
En esa época, el ejército se centraba en la protección de colonos judíos que se negaban a abandonar la Franja. La vida parecía normal.
¿Qué ocurrió ahora exactamente?
El ejército, encargado de la seguridad de los colonos, se debilitó debido a problemas políticos. Los terroristas ingresaron, secuestraron a 250 personas y la zona, donde yo estaba, se volvió un caos.
¿Cómo afectó esto a la población?
Los colonos fueron evacuados a hoteles y la población civil quedó dividida entre Gaza e Israel. Los reservistas están dentro de Gaza buscando a los rehenes.
¿Cómo es la atención médica en medio del conflicto?
En la zona está la Unidad 669, que es la unidad donde yo era reservista. Ésta realiza evacuaciones en helicóptero, priorizando los casos según su complejidad. Los médicos y paramédicos son fundamentales, aunque la escasez de médicos es un desafío. Los protocolos de guerra y las donaciones mantienen la cantidad de insumos suficientes.
¿Cómo se organizan las especialidades médicas en la zona?
En tiempos de guerra se envían médicos de diversas especialidades según sea necesario. Todos están formados porque se hacen cursos de ACLS (Soporte Vital Cardiovascular Avanzado) y ATLS (Soporte Vital Avanzado en Trauma). La organización y la derivación de casos están a cargo de Recursos Humanos. Hay guardias pasivas que están todo el tiempo esperando que pasen cosas para activarse.
¿Cómo se llevan a cabo las cirugías?
En la medicina de guerra todo lo que se hace son heridas de bala, accidentes y ese tipo de urgencias. Las cirugías no se realizan en la zona de conflicto. Se hacen procedimientos urgentes para estabilizar a los pacientes y luego son trasladados en helicóptero a hospitales adecuados. Cerca de Gaza está Ashkelon, que tiene un hospital bastante grande, y también está Beerseba, que queda un poco más lejos o, si no, van a Tel-Aviv.
¿Cómo se afronta el miedo, tanto propio como el de los pacientes?
La preparación y la unidad del pelotón son cruciales. Aunque hay riesgos, el soldado tiene motivación y conciencia de la gravedad de la situación. Generalmente en una guerra hay un código: A los médicos y paramédicos no se los puede matar, pero acá no se respetó.
¿Es valorado el esfuerzo del personal médico?
Hay un agradecimiento general hacia todo el ejército, no solo hacia los médicos. La labor de todos es reconocida y valorada.
Finalmente, ¿qué le pide a Dios en medio de esta situación?
Pido vivir en paz, pero con conciencia de la realidad. La coexistencia entre Israel y Palestina es válida, pero debe haber límites y respeto mutuo.
Anécdota compartida por el Dr. Francisco Carlos Bonofiglio
“La seguridad no es un acto individual, es una práctica colectiva entrenada”.
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